Add parallel Print Page Options

35 yo lo perseguía, lo golpeaba y se la quitaba de la boca. Y si me atacaba, lo agarraba de la cabeza y lo golpeaba hasta matarlo. 36 Este siervo tuyo ha matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso correrá la misma suerte por haber desafiado a las huestes del Dios vivo.

37 Y añadió:

— El Señor que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará del poder de ese filisteo.

Entonces Saúl le dijo:

— Anda y que el Señor te acompañe.

Read full chapter